ARTRITIS PSORIÁSICA

La artritis psoriásica (APs) es una enfermedad inflamatoria crónica que se caracteriza por la inflamación de las articulaciones y la piel.

Epidemiología:

La artritis psoriásica afecta aproximadamente al 1% de la población mundial. Es más común en personas con psoriasis, una enfermedad de la piel que se caracteriza por la presencia de lesiones eritematosas y descamativas en la piel. Se estima que hasta el 30% de las personas con psoriasis desarrollan artritis psoriásica. La edad de inicio de la artritis psoriásica suele ser entre los 30 y 50 años, y afecta tanto a hombres como a mujeres. La prevalencia de la enfermedad varía según la región geográfica y la raza, y puede ser más común en personas con antecedentes familiares de la enfermedad.

Patogenia:

La artritis psoriásica se produce por una respuesta inmune anómala en la que el sistema inmunológico del cuerpo ataca a las células propias de las articulaciones y la piel. Se cree que la interacción entre factores genéticos y ambientales puede desencadenar la enfermedad. Se han identificado varios genes asociados con la artritis psoriásica, incluyendo los genes HLA-C y IL23R. Los factores ambientales que se han relacionado con la enfermedad incluyen el tabaquismo, el consumo de alcohol, la obesidad y el estrés.

Clínica:

La artritis psoriásica puede manifestarse de diferentes maneras, y los síntomas y signos pueden variar según la persona. Los síntomas más comunes incluyen dolor e inflamación articular, rigidez matutina, fatiga, lesiones cutáneas, uñas engrosadas o deformadas, y dolor en la unión de los tendones con el hueso (entesitis) como en el tendón de Aquiles. La artritis psoriásica puede afectar a cualquier articulación, puede afectar a las pequeñas articulaciones de las manos y los pies, así como a la columna vertebral. Las formas de afectación articular son heterogéneas, existen formas de afectación de una sola articulación (rodilla o tobillo), de varias articulaciones (2-4) o la poliarticular mencionada previamente. Una forma especial es la afectación de todas las articulaciones de un solo dedo del pie o de la mano, llamada dactilitis o dedo en salchicha. La enfermedad puede tener un curso variable, y algunos pacientes pueden presentar remisiones y exacerbaciones.

Diagnóstico:

El diagnóstico de la artritis psoriásica se basa en la presencia de síntomas y signos característicos de la enfermedad, como dolor articular, inflamación y lesiones cutáneas. También se pueden realizar pruebas complementarias, como análisis de sangre para detectar marcadores inflamatorios y autoanticuerpos, radiografías y resonancias magnéticas, para confirmar el diagnóstico y evaluar el grado de afectación articular y ósea. Es importante realizar un diagnóstico temprano y preciso para evitar la progresión de la enfermedad y reducir el riesgo de discapacidad a largo plazo. El diagnóstico diferencial incluye enfermedades como la artritis reumatoide, la artrosis de manos la gota o la artritis infecciosa.

Tratamiento:

El tratamiento de la artritis psoriásica se basa en la gravedad y la progresión de la enfermedad. Los objetivos del tratamiento son controlar los síntomas, prevenir la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida del paciente. El tratamiento puede incluir medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, medicamentos modificadores de la enfermedad, como metotrexato, leflunomida, apremilast, inhibidores de TNF alfa, de IL17 o de IL23.

Si sospecha de la presencia de artritis psoriásica, debe buscar atención médica para realizar un diagnóstico preciso y recibir el tratamiento adecuado.

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